Se llama conducta disruptiva a ciertas conductas que resultan ser inapropiadas. Generalmente se utiliza este término para referirse a un niño que “altera” una clase o ámbito determinado.
Sin embargo más allá de la conducta aparentemente disruptiva debemos comprender, como docentes , que este tipo de actitudes esconde algo que debería llamarnos la atención. La conducta sólo es el pico del iceberg y debajo esconde muchas otras cosas que son las que nos deben preocupar y a las que debemos prestar más atención.
Dentro de los aspectos generales y visibles se llama conducta disruptiva a una actitud por parte del niño de falta de cooperación, insolencia, mala educación, agresividad, provocación, falta de respeto, dificultad para establecer relaciones interpersonales o de aprendizaje, impulsividad, entre otras conductas.
Mayormente estas conductas desencadenan en el niño un déficit atencional, conducta agresiva o trastornos de socialización.
Es por ello que he realizado esta actividad donde el niño/a deberá identificar cómo se siente cuando entra a nuestra clase. Qué le ha ocurrido para que se desencadene esa conducta y qué debemos hacer para solucionarla